jueves, 31 de mayo de 2012

2cositas, 2 #quemetocanlos...PIES!!


Esta es una pequeña crónica de lo que me "revienta." A pesar de que mi filosofía de vida pasa, entre otras cosas, por el optimismo y el buen humor, he de reconocer que mi lista de animadversiones es larga (gimnasios, los guisantes, llevar calcetines blancos con zapatos negros, tener los codos ásperos, planchar,  cocinar, estar a dieta,...), vamos! Una lista tan larga como la de cualquiera, y entre algunas de ellas está la programación televisiva, y más si se trata de un viernes por la noche.
¡Hasta aquí llegué!

Me tumbé en el sofá. Cansada. Con ganas de hacer algo de zapping. Primera barrida: "LA CORRALA DELUXE." Estoy cansada, no tengo ganas de ver a una jauría despotricando sobre sí la rubia primitiva, de cara cubista, amante del bisturí y vocabulario arrabalero, de una maldita vez dejará o no, a su patético, díscolo y amancebado maridito. No. No me apetece ser testigo de tan grotesco y ridículo sainete. Pues esto tiene más de sainete que de himeneo, maridaje, o casorio.

Tardé unos minutos en reaccionar ante esta pieza dramático-televisiva, jocosa y de entretenimiento popular. Las neuronas de mi lóbulo occipital estaban bloqueadas. Mi cerebro, flemático, entumecido, casi agarrotado impedía mandar señales a mi lóbulo parietal. Mis terminaciones nerviosas no atendían a la llamada de mi dedo para pulsar el botón del mando con el objetivo de cambiar  de canal. Quiero cambiar de canal, me repetía. Quiero cambiar de canal, suplicaba. Quiero cambiar de canal, rogaba. A caso era el aburrimiento, ¿el culpable? Culpable de herir sensibilidades, de violar intimidades, de no saber decir: BASTA!!

De repente, la angustia desapareció. Por fin, mi cerebro dio la orden: cambiar de canal. Tuve miedo. Si.  Miedo de querer quedarme. Quedarme en una historia, que no es la mía..."I will survive"

Así que en la línea de querer deshacerme, haciendo crítica, de todo aquello que me molesta, perturba, hiere, me pone furiosa, colérica, me revienta, me la bufa, me estorba, "me confunde" o me indigna, y que este post termine más por parecer un diván freudiano, doy por inaugurado el espacio de la opinión y el juicio. De la estimación y la apreciación. Ellos lo llaman: 12 meses, 12 causas. Mi remake: 2 cositas, 2#quemetocanlos...PIES!! :

1. Me revienta de la humanidad la falta de empatía, generalizada, la impermeabilidad ante nuevas ideas o pareceres, la intolerancia en definitiva. El racismo, el machismo o la intolerancia por tu condición sexual.

Y dos. Me revienta, no puedo más con la manipulación, en este caso, mediática. ¿Cómo es posible que el país esté más preocupado, o más interesado, o considere trending topic los amoríos de unos y otros, qué de los recortes en la sanidad, educación o en política de Investigación y Desarrollo?



Cómo me REVIENTA esta caja tonta!!!



martes, 29 de mayo de 2012

El "BRUNO-CONSEJO"...


"Bruno-consejo"
Ser madre es complicado. Lo es. Y es complicado porque querer tener tiempo para todo, es imposible, impensable, agotador, frustrante... Pero voy más allá. Es más complicado, aún, porque vas dejando cosas aparcadas; porque se acumulan, se amontonan, se olvidan, se desordenan, aburren, irritan, entristecen, abochornan...Pero a veces intentas innovar, retomar antiguos hábitos, antiguas costumbres. Con poco éxito. Pero lo has intentado. Y ese éxito, fugaz, lo has conseguido a través de tres fórmulas bajo el firme propósito de no olvidar lo que fuiste y darte el ánimo suficiente para seguir resistiendo y continuar con aquello que dejaste, como la depilación, por ejemplo:
La primera, auto-jalearte al menos tres veces al día. Por rutina. Igual que si le estuvieras dando el inseparable amigo de tú hijo, durante los dos primeros años de su vida, el jodido ANTIBIÓTICO: por la mañana decirte: "¡Muchacha! Vete a un Spa. Por la tarde gritarte: ¡Muchacha! Sal aunque sea a comprar tabaco. ¡Pero si no fumo! Por la noche chillarte: ¡Muchacha! Recuerda esos maravillosos viernes almuerzo/merienda/ noche/ madrugada,- voy a parar que vomito-, que terminaban  en un antro vociferando: "¡Jefe! Pónganos la penúltima que invita aquella cretina que está vomitando."
O la segunda, empapelar el pasillo de tú casa, que va del salón a la puerta de la calle, de post-it recordándote como dirigirte hacia la puerta de salida y comprobar que hay vida en el exterior. Algo así como un GPS, más rudimentario y casero, eso sí: "a dos pasos gire a la izquierda" "a un paso cuidado con la silla " "siga recto" "frente a usted, un armazón de madera puesto en el quicio y asegurada por una cerradura para impedir la entrada y salida: la puerta." "¡Hala! ¡A la puta calle!
La tercera fórmula en la búsqueda por retomar lo dejado es, que tú hijo te recuerde a Kristian Pielhoff (presentador de Bricomanía) dándote un "Brico-consejo", pues a estas alturas de la película yo ya no necesito consejos de estética ortodoxa, ¡no! Lo mío, roza el Bricolaje: paleta y brocha de pintura para conseguir algo parecido a un milagro. Claro está, que este "Bruno-consejo" fue alimentado tras un desafortunado comentario que hice tras ver un anuncio de una crema "anti-celulítica" y qué, ingenua de mí, no creí que mi hijo, DE DOS AÑOS Y MEDIO, pudiera, o mejor, se le ocurriera, tener el cinismo, la inquina y la mala voluntad, de utilizarlo como arma de destrucción masiva hacia su insegura, abandonada e iluminada anti-deportísta Ma-mi. Pues me equivoqué. Como siempre, lo subestimé...
"...¡Mamá! Te tienes que comprar la crema, ¡Qué te pones gorda!!"

De nuevo, las dudas: dieta o gimnasio....este niño, ¿por qué no se meterá en sus asuntos? Le debería preocupar más si Bob Esponja definitivamente consigue adivinar lo que es "explotación laboral", que mis adiposas caderas...

viernes, 25 de mayo de 2012

El primer paso, reconocerlo...


Hoy lo he reconocido. Por fin. Por fin he sido honesta conmigo misma. Dicen que cuando tienes un problema, lo primero es reconocerlo. El mío, masoquismo deportivo. Una y otra vez, una y otra vez. Así llevo, 20 años. Estoy aburrida. Harta, cansada de este autoengaño. Y hoy, por fin ha llegado el día. El día del ¡No! No más engaños. No más tortura en la cinta de correr, no más spinning en busca del culo pétreo y perfecto, no más bicicleta estática, (puñetera bici parece estar en contra mío cuando me siento y quiero programarla; !nunca funciona¡), ni pedaleos en pendiente nivel 4 para conseguir las soñadas piernas de la Campbel. Si a caso lo único que podría conseguir, en ese empeño por parecerme a ella, sería estar algo morena, que no negra, y además de mentira pues mi melanina no sirve para ná. Así que sería un moreno artificial, de rayos Uva, falso. 
Así que he optado por reconocerlo, terminar con esta agonía. Y no lo  digo con la boca pequeña ni con los 20 dedos de mi cuerpo cruzados: no soy deportista. Soy vaga, indisciplinado e inconstante. Tres cualidades básicas que pueden espeluznar a un forofo del deporte. 
Nunca rozaré la perfección, lo sé. Me estoy crucificando. Pero no puedo seguir sacrificando tiempo y dinero en gimnasios. ¡No! Es una lástima, lo siento por ti Usain Bolt en su tiempo pensé que tu título de campeón mundial la única que te lo podría arrebatar sería yo. Pero mejor dejarlo así. Te lo dejo, para tí. No me interesan los grandes premios, ni las condecoraciones, ni las medallas. Soy generosa. Para ti, mi niño.
Me despido de todos mis deseos y esfuerzos físicos en la búsqueda del cuerpo 10: adios, Yolanda Derek. Hola, Yolanda Márquez : mortal e iluminada anti-deportista.










Premio Mutante X3: GRACIAS!!!


Sorprendida. Esa es la palabra. ¿Por qué? ¡Por qué me han dado un Premio! 
Ayer tuve la gran suerte de ser agraciada con un premio "bloggero" concedido por una nueva, y espero que duradera, seguidora y bloggera, Yaneth.
http://yanethpoints.blogspot.com.es/

Gracias por tu generosidad. Gracias por tú "chute de ánimo." Y gracias, por hacerme ver que mi descreimiento, en esto del 2.0, es ficticio: realmente hay personas que leen mi blog a parte de mi amigos, a los que tengo sobornados.

Por último, y con permiso de la Velasco, hago mía una estrofa de su famosa coplilla para decirte: "Agradecida y emocionada, solamente puedo decir gracias por venir..."

Como es de bien nacidos ser agradecidos, cumplo la promesa que te hice ayer: contestar a las preguntas que lanzabas junto al premio. Aquí van.

1. ¿Puedes elegir un/os momento/s mágico con tu niñ@?
Por las mañanas. Cuando se despierta y me da los días igual que me enseñara mi querido, añorado y adorado abuelo materno. Me da mucha ternura.

2. ¿Has viajado con tu hij@ a algún lugar?
Sí, a Granada. La primera vez, a los tres meses. Y la última, hará un mes. No hemos probado con otros sitios, pero lo haremos. 

3. ¿Cuál fue tu última travesura?
Hace mucho tiempo que no hago travesuras. Antes, era muy aficionada hacer bromas por teléfono haciéndome pasar por otra persona. 



4.¿Cual es tu afición favorita?
Empezaré diciendo lo que ¡NO! es una afición para mí: el deporte. No es lo mío. Soy vaga, indisciplinada e inconstante. Además cumplo estas tres características a raja tabla. Así que para compensar lo qué supuestamente sería rozar la perfección si fuera Usain Bolt, prefiero la intensidad del gusto por la música, la paz de la lectura y la tranquilidad de la escritura. ¡Qué mejor ejercicio qué este!

5.¿Cómo y cuando te diste cuenta de que te gustaba escribir?
Siempre me ha gustado. Soy de las que a los diarios de la comunión les he dado uso ortográfico, aunque su contenido tuviera más que ver con una foto-novela que con un devocionario. Así que fíjate si llevo tiempo escribiendo.

6.¿Cual es la cualidad que mas admiras de tu hijo?
La espontaneidad, lo cariñoso que es, que no mete lengua en paladar, es muy familiar, tiene una memoria que ya quisiera yo, es muy, muy, sociable...¡qué sé yo! Tiene millones de cualidades. Todas buenas, buenísimas.


7.¿Recuerdas cómo veías la maternidad antes de ser madre?

Lejana, no. Lo siguiente. Me daba pánico. Pero...¡e voilá!


8.¿Cual es el apodo que le dices a tu hijo?
Bueno, bueno. Yo es que soy muy dada a los apodos: cada día lo bautizo con uno nuevo. Entre ellos: "Garbanzo, terremoto, quinqui, ciruelo, pancho, gormiti, piraña, gorrión, chimbesque...etc,."

9.¿Qué tipo de música le gusta a tu hijo?
Me tiene sorprendida. Su gusto musical es variado, y me gusta. Desde el folklore más pachanguero de Pepe Benavente, pasando por los inmemorables Payasos de la Tele junto con los actuales y machacones Cantajuegos, para llegar al heavy clásico con Skizzo y al indie de Vetusta Morla.

10.¿Playa o Montaña?
Sol, playa y buen tiempo. Y una garimba de por medio.

11.¿Defiendes la guardería o la crianza en casa?
Ambas. Porque ambas son una realidad. Y no por defender una u otra, voy a ser una bruja o una santa. Como cualquier decisión, importante, se debe tomar desde la libertad y ha de ser entendida desde el respeto.


jueves, 24 de mayo de 2012

1001 maneras de decirle a tú madre: ¡ apaga el móvil!

11 de la mañana. Suena el teléfono. 
¿Si?
¡Yoliiiii!
¡Mi madre! ¡Hostia!
Suelto un taco porque normalmente con mi madre soy muy rutinaria en esto de las llamadas de teléfono. Solemos hablar cada dos días, o así. Así que llamarme el día después, justo cuando el día de antes habíamos estado chismorreando, más de media hora, sobre la boda a la que asistí el sábado, cuanto menos me extrañó.
¿Qué pasó, ma? ¿Pasa algo?
Antes de nada, tengo que comprobar que todos están bien para descartar una posible salida de emergencia. Cuando suelo recibir este tipo de llamadas, fuera de hora, me imagino cuál sería mi reacción: como una loca, desbaratada. Haciendo equipaje, buscando billete. Corre, que te corre. Estas llamadas me ponen en alerta. Es igual que cuando las recibes a esas horas tan poco corrientes y normales en un hogar español, de noche. Normalmente piensas que es algo malo. Cuando suena, mi reacción siempre es la misma, mirar a mi queridísimo y  preguntarle: ¿quién será? Y él ¡qué carajo va a saber! A caso, ¿es adivino? Hombre, algo de adivino sí que tiene: siempre sabe dónde está....No. No es adivino. Pues bien, con la prisa del  que se le escapa un tren la ley de murhpy haciendo de las suyas, estampando tú precioso dedo gordo del pie con la misma puñetera esquina de la librería que hay justo al lado del teléfono, (qué ya tienes callo de las veces qué te has dado), descuelgas y escuchas: "Buenas noches, señora. ¿Podría concederme unos minutos para in....?" "Pi-pi-pi-pi-pi....." No doy opción: soy de las qué cuelgo. ¡Clan! Me conozco: perdería los papeles. A esas horas, después del sofocón, lesión de dedo gordo, asignación de dotes adivinatorias a mi queridísimo y lo más importante, la cara de IDIOTA que se me queda: MA-TO!!!
"Naaaada. No pasa nada. ¡Mira! Dime cómo se desbloquea el móvil de tú padre que no sé lo que ha hecho."
¡Joder! Casi me caigo "pá trás." Vosotros no sé, pero en mi familia hay una costumbre: aprovechar las habilidades de alguien para, por y en beneficio de la familia. Normalmente se trataban de tareas que requerían; buen estado físico, por ejemplo, cuando había que buscar un número en la guía de teléfonos. "Yoli. Busca el número de la .... qué tú padre no ve." O un don para la caligrafía: "Yoli. Escribe el menú del día, qué tú tienes una letra muy bonita y la de tú hermano es horripilante." O cierto manejo en las incipientes y novedosas, por aquel entonces, NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación.) "Yoli. Mira a ver el móvil de tú padre que lleva unos "DÍAS!!!" con un PI...PI.. y no sabe quitarlo." Esta última habilidad me ha marcado de por vida. Para muestra un botón. A pesar de los 2000 km de distancia, con todo el mar Atlántico de por medio y con dos horas y media de vuelo, pues aún así, sigo vinculada a un derecho de servidumbre tecnológico con mis padres.
"A ver mamá. ¿Te pone algo en la pantalla?..."
"Si, pero no lo veo muy bien..."
O, o. Esta frase anunciaba una catástrofe, una hecatombe, un cataclismo. Como cuando lees en las indicaciones de un producto; "no toque el.., no tire del..., no use con.....puede tener consecuencias graves para su salud....Y vas, y tiras. Pues yo tiré, aun a sabiendas de que mi madre iba a provocarme un "leve" trastorno nervioso transitorio durante el transcurso del "soporte técnico-doméstico. A pesar de ello, ignoré mi propia advertencia.
"Jo. Pues empezamos bien, mamá..."
"Dice: "teléfono bloq.- pulse * y # ... "
"Pulse almohadilla y asterisco, a la vez mamá...Mamá...mamá...MAMÁ!!!..."
"Ay, qué sí! Estaba intentando pulsarlas pero no las veo y si hay que pulsarlas a la vez, ¡apañados vamos!.."
Nada, esto no funciona. Se me ocurre otra forma de solucionar la incidencia, que por cierto es muy "original" y en casos de asesoramiento tecnológico "casero" es muy socorrida : apagar el móvil. Tarea sencilla, ¿verdad? Pues ¡NO!
"Mamá, en el teléfono hay unas teclas con el símbolo de un teléfono colgado, en color rojo, y otro descolgado en color verde. Aprieta el rojo a ver si se desenchufa..."
Primer error, utilizar la palabra "desenchufar". No sé en qué carajo estaba pensando mi madre que me contesta: "¿Pero dónde busco el enchufe? ¿si el teléfono no tiene?..."
Respiro, y cuento: 1, 2, 3..."Mamá. Símbolo rojo. Teléfono. Aprieta..." Me faltó decir ,"Jau."
"Esto no hace nada Yoli..."
"Vale, pues busca el botón de desconectar."
Meeeeeeeeeecccc......Segundo error. Utilizar "desconectar."
"¿De qué? ¿Desconectar? ¿De dónde?...."
"Del satélite al qué está conectado, ¡no te fastidia! MAMAAAAA!!! Aaaayyyy!!! Suspender, cortar, detener, interrumpir, desenchufar, off....¡¡A-PA-GAR!! Mamá, ¡¡¡A-PA-GAR!!!"
"Ah, vale A-PA-GAR....Ya está...Gracias hija...¿Todo bien? Pues, ¡hala! Hasta mañana. Un beso."


Un consejo: todo lo que tenga botones del tamaño de una nuez, aléjenlo del radio de acción de tus padres. La consecuencias pueden ser irreversibles sobre la salud.





martes, 22 de mayo de 2012

Detrás de una frase...


No soy mujer de planificar. No. Lo tengo claro. Por más que quiero organizarme siempre termino más desorganizada. Soy de las que sigo la máxima: "Tengo mi propio orden dentro de mi desorden." Algo que posiblemente puede sonar caótico, lo reconozco. Pero así soy yo. Esta frase: esconde detrás una filosofía. Sin ir más lejos, la mía. Suelo mantener un cierto desorden en todo lo que me rodea, en el que yo, en contra de lo que se pueda pensar, me hallo, me encuentro y me reconozco. Pero, así soy yo. No quiero imaginarme lo aburrido que sería si todas las piezas del puzzle encajasen perfectamente. Sí algún día pasara eso, lo más seguro es que después de terminar el puzzle, una parte de mi moriría con su última pieza. 

Para mí, la vida se asemeja a una ecuación matemática. A medida que vas creciendo, tomando contacto con el mundo y madurando con la experiencia, a través de la búsqueda de nuevos horizontes (intelectuales, emocionales, profesionales) las variables de dicha ecuación van aumentando, otras desaparecen porque se van resolviendo o porque comprendemos que en el fondo no son tan importantes. Como seres humanos que somos, hay quién tiende a la búsqueda de lo simple, y otros a todo lo contrario; y si a nuestra ecuación le quitásemos todos aquellos factores externos reductivos de la felicidad, quién sabe si no daríamos con la tan cotizada fórmula de la felicidad. Pero, ese extremo, para muchos sería como para mí encajar todas las piezas del puzzle. "Y ahora, ¿qué?" ¿Soy feliz?

Hoy, encontré una frase en la calle. Con significado, con mensaje, con carácter. ¿Quién las escribió? ¿Cuándo? ¿En qué circunstancias? ¿Por qué? ¿Con quién? ¿Dónde?... ¡Qué sé yo! ¿Existirá una vida?  ¿un ciudadano? ¿una historia? ¿una filosofía?

La frase, estaba colgada en la ventana trasera de un coche y decía: "YO TAMBIÉN ESTOY INDIGNADA."

¿Qué se esconde detrás de ella? Un ideario, un pensamiento, un deseo, una frustración, un SUEÑO. Su propia ecuación matemática en busca de la FELICIDAD.

domingo, 20 de mayo de 2012

¡¡¡QUÉ VIVAN LOS NOVIOS!!!

Sí, se me olvidó. Ya era tarde cuando caí en la cuenta. No tengo perdón. Olvidé escribir en vuestro original y particular blog de los recuerdos mi pequeño homenaje hacia vosotros, mi pequeño brindis, una dedicatoria llena de alabanzas enalteciendo y agradeciendo vuestra deferencia para conmigo por poder compartir con vosotros este día tan especial. Pero me despisté. Dejé de tener en la memoria lo que se tenía o debía tener: un rendido y afectuoso obsequio que quedara impreso en una de esas páginas de ese "book de la dulce parole."
Así que ni corta, ni perezosa pensé: "Para remediar esta descortesía, producto de mi precoz amnesia, recurriré a mi espacio de sosiego en la palabra: el blog. Dónde espero poder expresar, -por la condonación de mi deuda-, con mayor calma un mea culpa por este extravío neuronal."
En la vida tenemos mil cosas que son importantes, que son hermosas, que nos llenan de alegría, que nos hacen mejores, que nos hacen libres, que nos ayudan a aprender, que ennoblecen y alegran el alma alentándonos el corazón, la mente, la vida. Pero hay una sutil y suprema que nos llega con calma, que elegimos cuando nos llena, cuando nos satisface, cuando nos indica lealtad, sentimiento y bondad, cuando es sublime y emociona: la AMISTAD.
Jose y Elena. Amigos que yo quiero. Escuchen y lean esta dedicatoria que lleva impresa un abrazo, un beso, un sincero: "qué os vaya bonito!!!" Este brindis ha sido escrito con el alma, pensando en vuestra amistad.
A veces, cuando la existencia se hace dura con amigos es una verbena y con ustedes lo es, lo ha sido. Compartiendo anécdotas, comunes y propias, sobre la niñez, ¿verdad Elena? Lamiendo pilas, comiendo hormigas. O sobre impulsos irrefrenables nada decorosos, pero llenos de chispa y humor, ya sabes Jose. Todos y cada uno de ellos forman parte del universo de la amistad, de nuestra amistad porque han sido compartidos con sinceridad, sin complejos de forma natural. 
Ayer os emocionasteis, os emocionaron, nos emocionasteis. Ayer, hoy y mañana fuisteis felices, soy felices, seréis felices. Tuvisteis la generosidad de hacerme testigo de ello. Gracias. Gracias por emocionarme, por haberme hecho feliz, por haber tenido ese nudo el estómago del que se siente querido.
Creo que a estas alturas de la película puedo decir y presumir de ello: tengo dos buenos amigos. Elena y Jose. Jose y Elena. 
¡¡¡QUÉ VIVAN LOS NOVIOS!!!!

viernes, 11 de mayo de 2012

Todo, o casi todo, sobre mi madre


Hoy, entre mis prolijas  barruntadas mentales, llegó la PERLA: ¿por qué no hablo de mi madre? Se acerca el  primer domingo de Mayo (Día de la Madre) y porqué no intentar hacer un repaso, -que no repasarla-, de las bondades y virtudes de mi briosa progenitora,!hecho!!Aquí va la dedicatoria: "Todo sobre mi madre o casi todo. Florituras y adornos gramaticales para mi progenitora."
¡¡La Mamma!! Cómo diría un italiano. Mare, un francés, Mutter, un alemán y Makuaine, un hawaiano. Mientras que para mí es: "Ma" Nombre que usan los bengalíes para referirse a ellas aunque creo que su origen tiene más de gitano que de bengalí. En fin, disertaciones etimológicas aparte ya os he hablado alguna vez de ella, de Ma. Es una chicarrona del Norte; una forzuda capaz de coger en un brazo los 14 kilos de su nieto mientras en el otro carga las bolsas de la compra. Es un cohete espacial; cuando se dispone a hacer algo sale disparada, a propulsión, de un lado a otro, de aquí para allá. 
Ma, es Dios: omnipresente y sobrenatural. Doy fe. Por ejemplo, los centros comerciales son su escenario perfecto para hacer uso de este poder: la dejas en la parte de los congelados,- para despistarla porque necesitas algo de intimidad para comprar alguna chorrada de esas inútiles que nunca vas a utilizar evitando así  opiniones tan frustrantes como: "...¡bah! ¿¡Para qué te vas a comprar eso si no te hace falta!? Eso es gastar, por gastar...". De repente, entre millones de personas aparece ELLA, Ma. Detrás tuyo con ese gesto y esa mirada: "¡Joder, ma, qué susto!" No hacen falta palabras: con mirarla te sientes intimidada. Sabes que si compras ese artículo, "INUTIL" para ella súper ÚTIL para tí, te sentirás como un auténtica idiota consumista compulsiva. Y piensas, ¿porqué mi madre entre sus hobbies no está el Bingo, participar en concursos de televisión, de tertuliana política,- que eso le gusta mucho a ella,- o de guionista de culebrones? Pues no. A Má le gustan los centros comerciales y el espionaje. Intentas despistarla, y nada: en la carnicería, en la perfumería, en las bebidas...es Dios. Definitivamente, es Dios.
 A pesar de que los años ya le pesan sigue siendo capaz de llegar en cero coma a la llamada de auxilio de cualquier "habitante de la casa": papá, nieto, hija/o e incluso nuera o yerno. Hace las veces de "SUPER", como en Gran Hermano.
La "Mamma" es una mujer que le encanta colgarse abalorios,- pese a que a veces parece más un adorno  navideño-, es lo que tiene no tener complejos. Por que mamá, no los tiene. No los conoce. Es 100% NATURAL. 
Mamá también, como millones de madres, hace unas croquetas estupendas. Es una maravillosa chef . Es capaz de hacer una deliciosa comida con tan sólo un par de ingredientes,nada de grandes elaboraciones: tradición culinaria exquisitamente casera cuyo indicador, para adivinar que se trata de alguna deliciosa vianda se expresa entrando a la cocina y diciendo: "mmmmhhh!! Qué rico huele, Mami!!!" 
Mamá es pesada, muy pesada cuando quiere. Lo hace con amor, con prudencia. Pero cuando se le mete algo la cabeza...la batalla la tienes perdida.
Es economista: ha retomado su antiguo oficio de modista, para ahorrar unas perras, y ahora va más chula que un ocho con sus trajes de chaqueta, sus túnicas y faldas. Es capaz de sacar patrón de cualquier diseño de alta costura o al menos, de su alta costura. 
Sigue conservando esa voz chillona, fuerte y ruda. Te puede reventar un tímpano con uno de sus tarzánicos gritos: cuántos  nos pegó a mí hermano y a mí cuando éramos canijos. ¡Dios! Su favorito conmigo era: ¡¡¡¡¡Yoooooliii, coooomeeee!!!!" (no el pollo, pero sí la sopa, las legumbres, el puchero...) Si, en los 70´ya existía una Belén Esteban, mi madre.  
Mamá sigue siendo la médico de familia, -a pesar que estoy casi metida en los "taita tos"-, sigue
recordando citas médicas, nombres de medicinas, posodología e incluso diagnósticos literales para según ella: "Nena, que luego te pasa cualquier cosa, y a ver." Mi madre siempre pronosticando con "buenos augurios..."
Mamá es la leonesa emigrada  que cada fiesta de año nuevo, vísperas o reuniones de "pandi" canta con añoranza su "...a Ponferrada me voy..." que con el paso de los años ha hecho de ella un himno de todo aquel que la conoce como aquel otro de sus grandes éxitos musicales, "las muñecas de famosa..."
A Mama le gusta comer. Si. Es a la que según sus amigas: "Julita, más vale comprarte un vestido que invitarte a comer." Ella, con su particular y endémica socarronería, se defiende: "De casta le viene al galgo. Soy del Norte." 
Una de las frases preferidas de mi madre es: "Hay que tener sangre en las venas." No sé que extraña relación hay entre la sangre, el esfuerzo y mi madre debe ser una herencia genética. Ya mi abuela Julita lo decía y cre que por ese motivo, irremediablemente, no puede deshacerse de ella e irrefrenablemente tiende a usarla de manera compulsiva cada vez que ve, nota, intuye e incluso huele el más mínimo resquicio de holgazanería, vagancia, lentitud de reflejos, pereza...etc,. 
Posiblemente me quede corta con esta pequeña dedicatoria a mi madre. Posiblemente se me escapan
detalles que ahora no recuerdo. Detalles que la engrandecen como su nobleza. 
MAMÁ, TE QUIERO.  Feliz día de la MADRE !!

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